domingo, 23 de diciembre de 2018

De la noche, el silencio


Romper el miedo a las palabras hechas sonido, como rompe el ruido de unos tacones la soledad de una noche muerta.
Aprendiendo...



*Soy consciente de que recitar no es lo mío. No me juzguéis con dureza.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Muerte y el amor o el amor y la Muerte



Dice la tata María que se me enganchó la Muerte, madre, que me la traje de México, que «es una mujer no más», y ahora anda encaprichada de mí.
Sólo quise sentir en mis carnes las costumbres que llevo arraigadas en los genes, tocar con mis manos lo que llevo de herencia. Cómo iba yo a saber cuando decidí viajar para conocer la patria de padre que debía tener cuidado con las leyendas que se pasean por las calles el Día de los Muertos como si perteneciesen en verdad a este mundo y no al de la fantasía. Para mí era una mujer hermosa, madre, una mujer bella y altiva que me quiso conquistar. Y yo le seguí el juego. Iba a ser una noche nada más. Apenas unas horas diversión, de tequila, ron y dulces de azúcar para celebrar la vida después de honrar a la Muerte. Un aliciente más de la fiesta.
No puede imaginar, madre, como resplandecía sobre el lecho. Con la piel fresca y blanca, acogedora como un sueño, la sonrisa reluciente y un aliento tan refrescante que borraba la huella del tequila. Y esa melena negra de noche, adornada con flores de olor intenso que me embriagaban como el alcohol. Se reía mucho y me daba dulces entre besos, «para que aguantes más», decía. Repetía una y otra vez que esa era su noche, y era una fiesta ver su forma de decirlo, con los ojos llameantes. Yo pensé que había hecho un paréntesis, que se había escapado por unas horas de un marido demasiado celoso o de un padre que coartaba su libertad. No pregunté. No quería romper ese momento en el que era tan dueña de su cuerpo, tan salvaje que había arrastrado mi voluntad a su lecho con una fuerza que hacía que llamase la atención entre todas las demás mujeres.
Cuando desperté, ya no estaba entre los pliegues de las sábanas revueltas, ni sobre mi cuerpo, ni tras la puerta del baño, ni en mi vida. La busqué en cada rincón y sólo la hallé entre recuerdos brumosos de alcohol, vestida de risa y brillando, siempre brillando, como las estrellas. Se había ido sin notas ni despedidas. Me sentí más solo que nunca.
Le confieso, madre, que me asusté cuando abrí los ojos en el avión de regreso a España y, en lugar de la señora malhumorada que dormitaba a mi lado cuando me dejé atrapar por el sueño, la vi a ella. No sé cómo consiguió un pasaje, pero en ese momento me pareció muy poco importante frente el hecho de recuperarla. «Me voy contigo», me dijo, y a mí me pareció que eso era exactamente lo único que yo quería en la vida.
Ella es diferente a las demás mujeres, madre. Inventa cuentos para mí en los que mezcla la realidad de sus amores de otros tiempos disfrazándolos con su imaginación prodigiosa. En lugar de ponerme celoso, me considero el hombre más afortunado del mundo porque ahora está a mi lado. «No soy tuya», me dice cuando le pregunto, «no soy de nadie, pero te elijo a ti porque me gusta verme en tus ojos y me cautiva lo que esconden, como cuando elegí a José Guadalupe por su sentido del humor y luego lo cambié por Rivera, que me vistió de elegancia con sus pinceles y me hizo amar tanto su país». «¡Qué hombre, Rivera!», exclama entre risas, «¡tan feo pero tan masculino! Con una personalidad arrolladora capaz de absorber las voluntades femeninas. Nunca había compartido a mis hombres, pero hice una excepción con su Frida, que era magnífica. Ahora ya es solo para ella. Siempre estuvo a su lado, y siempre lo estará, vivos o muertos».
Todo eso me cuenta mientras hacemos de la cama un altar en el que homenajear su figura. Y allí planeamos mis negocios, que ahora son también suyos. Dice que le divierte que yo elija quién debe morir y ser ella la mano que ejecuta. Desde que está a mi lado, todo está en calma, mis hombres me respetan, las demás bandas me temen y las arcas se llenan cada vez más. Es una asesina implacable. Si alguien no cumple lo acordado, recibe la visita de mi dama y no vuelve a respirar. Nunca ha habido verdugo más fulminante ni mujer más dulce.
Qué más da que disfrute matando, madre, si yo tampoco soy un santo. Lo único que temo es que un día deje de ver en mí lo que vio aquella noche, o que un artista la describa tan bella que su vanidad la haga volar a sus brazos. Si llega ese día, madre, si un día me deja por otro, yo mismo le pediré que me arranque la vida.




#DíaDeMuertos

sábado, 2 de junio de 2018

Reina en el mundo de las pesadillas ya en tu librería

Me hace muy feliz anunciar que mi novela "Reina en el mundo de las pesadillas" ya comienza a estar disponible en librerías.


Estas son unas pistas visuales sobre su argumento.




Y con este vídeo os podéis hacer una idea de lo bonita que es la edición, con prólogo de María Zaragoza, ilustraciones de Jorge del Oro y acabado artesanal en los cantos del libro.



Para saber más: https://www.facebook.com/ReinaEnElMundoDeLasPesadillas/



lunes, 14 de mayo de 2018

Booktrailer Reina en el mundo de las pesadillas y otras noticias de la novela

Algunos datos sobre mi novela Reina en el mundo de las pesadillas.

SINOPSIS

Reina en el mundo de las pesadillas  habla de viajes entre mundos, del tiempo y de su relato milenario, lleno de batallas delirantes, de mujeres poderosas que pisan con fuerza universos y miedos, de jardines mágicos con raíces hundidas en lo más profundo de la Historia, de navegantes intrépidos y criaturas mitológicas, de fantásticos seres reales, de niñas valientes que miran de frente a los monstruos y a la Muerte, de lo que ves y de lo que sueñas, de pesadillas que sobreviven a la noche, de amores intemporales y diosas caprichosas, de un «te quiero» entre desconocidos capaz de salvarnos a todos…

Dice el poema:

«Hija, no existen los monstruos.»

Y ella mira en silencio a los ojos de sus padres,
cargados de falsa verdad
y con una mano aparta la enorme garra
que asoma desde debajo de la cama,
acariciando su pierna infantil,
para que no se asusten.

Ellos no la saben reina del mundo de las pesadillas.
Y es mejor así.



BOOKTRAILER

La Escuela de Cine de Cuenca ha realizado este maravilloso booktrailer basándose en uno de los capítulos de la novela. No podéis imaginar la emoción que sentí al ver por primera vez mis palabras convertidas en imágenes en esta mini película que han creado con tanto arte. Os recomiendo que lo veáis con el volumen subido porque la música es también increíble.




ENTREVISTA

En la web de Ediciones Vernacci podéis leer la entrevista que me hizo Alberto Plumed, gestor de Cyberdark, en la que, entre otras muchas cosas —y de forma un tanto peculiar—, hablamos sobre Reina en el mundo de las pesadillas. Este es el enlace: https://www.edicionesvernacci.com/alberto-plumed-librero-y-gestor-en-libreria-cyberdark-y-mar-goizueta-hablan-sobre-reina-en-el-mundo-de-las-pesadillas-poco-antes-de-ponerse-a-podar-rosales/



PREVENTA EDICIÓN ESPECIAL

Los que me conocéis en persona sabéis que yo soy muy inquieta en temas artísticos, así que podéis suponer que era difícil que me conformase con una edición clásica de mi novela. Tenía claro que en Ediciones Vernacci iban a satisfacer mi deseo de hacer algo especial, por eso no dudé en embarcarme en esta aventura con ellos. Además de las ilustraciones maravillosas de Jorge del Oro, del prólogo de María Zaragoza y del magnífico trabajo de diseño y maquetación que ha hecho el equipo de la editorial, cada ejemplar de Reina en el mundo de las pesadillas lleva un tratamiento artesanal que lo convierte en un objeto único, con esa pátina de autenticidad que sólo dan los trabajos hechos a mano.
En Ediciones Vernacci aman los libros tanto como yo y estoy muy contenta de cómo han vestido a mi primera novela
Esta primera edición de Reina en el mundo de las pesadillas, en preventa en la Librería Cyberdarkestá limitada a 100 ejemplares numerados que podéis pedir firmados o dedicados y os la envían a cualquier país. Además, en las páginas de algunos de ellos se esconden regalos.



Todas las noticias sobre la novela en: https://www.facebook.com/ReinaEnElMundoDeLasPesadillas/

lunes, 9 de abril de 2018

Reina en el Mundo de las pesadillas. Cartel adelanto.

Falta muy poquito para que mi novela Reina en el mundo de las pesadillas, ilustrada por Jorge del Oro y con prólogo de María Zaragoza, vea la luz. Para ir abriéndole las puertas, en Ediciones Vernacci han hecho este cartel tan bonito.


Desde la editorial lo cuentan así:

"...habla del mundo de los sueños, de la muerte, de mitología, de monstruos, de peluches, de otros tiempos, otros mundos; de un «te quiero» entre desconocidos y el jardín de una mujer poderosa. 𝘙𝘦𝘪𝘯𝘢 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘦𝘴𝘢𝘥𝘪𝘭𝘭𝘢𝘴 es la primera novela de Mar Goizueta, y vendrá ilustrada por Jorge del Oro. Como dice María Zaragoza en su proemio (porque estamos ante un poema épico sobre el mundo de las pesadillas): «No me gusta escribir prólogos y suelo decir que no, lo confieso ahora, al borde mismo de terminar éste, pero Mar Goizueta me convenció por curiosidad. La curiosidad matará mi alma de gato algún día, pero no hoy: hoy quería saber qué construiría esta autora en su primera novela corta, qué sería capaz de crear y de contar porque su universo —basta con conocerla un poco o leer su blog de vez en cuando—, es un universo compuesto de originalidad y melancolía, de oscuridad y nostalgia, pero también de belleza y esperanzas nuevas. No, no me ha matado la curiosidad esta vez porque debo decir que me ha sabido a poco». Quedan pocas pinceladas para que podáis disfrutar esta dulce pesadilla."

Más información y pistas sobre Reina en el mundo de las pesadillas en su página de Facebook y en www.edicionesvernacci.com


domingo, 25 de febrero de 2018

"Donde habitan androides y monstruos". Antología solidaria.


Sergio es un pequeño que sólo teme a un monstruo: una enfermedad rara y degenerativa llamada distrofia muscular de cintura que limita su movilidad. Para enfrentarse a ello y poder vivir todas las aventuras que le esperan en su vida, necesita una silla que le permita llegar hasta donde su cuerpo no puede llegar por sí mismo.

Athman M Charles nos ha reunido a diecisiete autores en una antología solidaria de cuentos de ciencia ficción y terror editada por La Pastilla Roja Ediciones, llamada Donde habitan androides y monstruos, cuya recaudación estará destinada íntegramente a ayudar a Sergio.

Los autores que participamos somos:

Prólogo, por Sergio de la Fuente.
Entrevista, de Cristina Jurado.
Mary Jane, de Daniel Gutiérrez.
El último paseo por el valle inquietante, de Mar Goizueta.
Casi como hermanos, de Pily Barba.
Sari vuelve a la guerra, de M.J. Sánchez.
Tic Tac, de Pepa Mayo Osorio.
La pregunta, de Luis Martínez Vallés.
Hoy tampoco es tu día, de Sergio Moreno Montes.
Salto al vacío, de José Antonio Campos (Toluuuu).
El misterio de la creación, de Carlos Sisí.
Veinticinco de enero, de Álex Puerta.
Aquelarre, de Nuria C. Botey.
Another Chance, de Adriana LS Swift.
Náufrago en el océano del cambio, de Ramón San Miguel.
Candy Candy, de Claudio Cerdán.
El gran hombre, de David Gambero.
Sombras, de Javier Quevedo Puchal.

Nosotros hemos puesto nuestro granito de arena, ahora te necesitamos también a ti. La antología está disponible en estas dos plataformas a un precio que hará que no te cueste nada colaborar:

Lektu: https://lektu.com/l/la-pastilla-roja-ediciones/donde-habitan-androides-y-monstruos/8602
Amazon: https://www.amazon.es/Donde-habitan-androides-y-monstruos-ebook/dp/B079SGJDQR

No olvides compartir, a ver si entre todos lo conseguimos. Gracias.

jueves, 22 de febrero de 2018

El año nuevo de los árboles, de David Aliaga



Dance me to your beauty with a burning violin
Dance me through the panic till I'm gathered safely in
(Leonard Cohen, “Dance me to the end of love”)

Decía Leonard Cohen que lo importante no es que se conozca la semilla que dio origen a una canción, sino que el lenguaje utilizado provenga de un recurso apasionado. Por eso una hermosa canción de amor puede tener su origen en algo tan escalofriante como la belleza de un cuarteto de cuerdas sonando junto al crematorio en un campo de concentración.
Acabo de leer El año nuevo de los árboles de David Aliaga y aún tengo pegado en el paladar el sabor seco y ahumado de la ceniza, la amargura nostálgica de los frutos dulces de un árbol que no es mío, pero que podría serlo porque conozco el sabor de las almendras buenas tan bien como el de las malas, porque ambos son parte de la vida, como la tristeza, la alegría o las raíces que nos sustentan. Y es que Aliaga hurga en su interior, saca las pasiones que le arden por dentro, sus penas, su rabia y su búsqueda de una identidad que va más allá de la que conoce y con ellas crea historias que son suyas y también de otros, de los demás ―imaginarios o no―, de nosotros mismos.
Son sus relatos fragmentos de vida atravesados de tristeza, de ojos de cristal que miran a un infinito perdido en la Historia y la cotidianeidad, de huellas dejadas en un camino hecho de guerras, holocaustos y pies pisando los restos de una Europa sufriente, huyendo de sí mismos. Ojos que cuando miran a su lado encuentran al compañero, al amigo, al familiar y lo miran con ternura, con comprensión, con amor o con odio, siempre observando lo que oculta la mera existencia del día al día. Traspasan la piel y lo ven por dentro: lo que siente, lo que teme, lo que ama.
Es capaz, el autor de convertirnos por un momento en los personajes de sus historias, de hacernos sentir lo que sienten ellos. Nos hace paladear su tristeza o su esperanza, y lo consigue con un lenguaje hermoso, preciso y elegante, con esa intimidad a la que sólo se llega con unas pinceladas de poesía. Y todo comienza ya desde el título, que refleja un bello precepto de la tradición judía acerca de la fecha de germinación de los árboles.
Muere un árbol y con él morimos nosotros, por eso hay que matar los parásitos, morderlos si hace falta para salvar la vida, conocer los fantasmas para vencerlos, no olvidar los errores para no repetirlos. Sólo hay un camino para ser: conocerse. Eso, entre otras cosas, nos enseña Aliaga al compartir con nosotros su esencia en forma de los relatos cortos que reúne este libro, que viene envuelto en una preciosa edición y que complementa, aunque no necesita de él, a otro volumen anterior titulado Y no me llamaré más Jacob, que ahora reedita también Sapere Aude.


*Y para escuchar mientras: "Dance me to the end of love" de Leonard Cohen


domingo, 4 de febrero de 2018

El oso y yo


El oso y yo no nos miramos, aunque queramos hacerlo. Nos perturba la posibilidad de averiguar quién es real y quién es producto de la imaginación del otro. O si ninguno de los dos existe.

Las noches que oscilan entre el insomnio y los viajes a ese otro lugar alimentan a los monstruos, que crecen y se vuelven consistentes entre canciones que arrastran belleza y lágrimas. La imaginación puede a la razón, las palabras coherentes se extinguen y las barreras de la lógica se difuminan. El destino es un traidor que juega con todos nosotros, un maldito traidor de dientes afilados, una bestia caprichosa que disfruta manejando nuestros hilos, un loco que a veces parece ser amable y al instante siguiente se recrea en el caos que crea con apenas un soplido.

Hay días que me hace falta pisar con fuerza un mundo y, sin poder evitarlo, mis pies bailan en otro. Días que no sé bien quién soy o si en realidad no soy y me difuminaré en la nada cuando alguien abra los ojos. Como el oso.


jueves, 4 de enero de 2018

Adiós, 2017

"Mannequin with a bird cage over her head" (1938-66). Man Ray.
2017 ha sido un año maestro. Uno de esos que enseñan que el miedo no se acaba nunca, que siempre hay uno nuevo para sustituir al que se mitiga, que lo que importa es lo que importa y lo demás es secundario y que la mierda siempre será el mejor abono para las flores.
También me ha enseñado que sacrificar las ansias de poner las cosas en su sitio en un intento de no perjudicar a gente querida, ha sido mucho peor que no hacerlo. Ahora veo desde detrás del cristal los engaños que se repiten, las ilusiones que se pisotean, el despliegue de sonrisas que esconden dientes podridos para vender sueños que se guardarán en el cajón de las promesas olvidadas. Humo vendido con la pericia de años de práctica: regálame tu trabajo, tu tiempo, tu sangre. Y a cambio, nada, el prestigio invisible. No hay dinero, todas estas cosas son gratis: coches, casas, viajes... Lo veo a cámara lenta: los labios formando las palabras falsas, el aliento de la mentira oliendo a veneno. No sabéis la mayoría lo bien que lo conozco, lo mucho que luché por limpiar todo eso.
Con el paso de los meses, he descubierto que ha sido mejor, que yo también estaba metida en una jaula de promesas, encerrada para que no pudiese volar, por si acaso brillaba más que la estrella del show. He perdido casi tres años de sueños y miles y miles de horas de trabajo, pero ahora no hay barrotes que me paren.
Y sí, como decía antes, de la mierda surgieron cosas buenas que irán floreciendo. Unas ya lo han hecho y cada vez son más grandes y hermosas y otras van más lentas, pero llegarán a tocar el cielo como alubias mágicas. Y treparé por ellas. Vaya si lo haré.
Bienvenido, 2018. Espero que te portes bien. Ya me toca.
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